A través de diferentes materiales de divulgación se acerca este tema a la población y se quiere dar a conocer la situación y las medidas que se impulsan desde el Gobierno de Aragón
Abordar la soledad en las personas
mayores en Aragón y concienciar a la sociedad sobre este fenómeno, adaptar las
relaciones familiares y de vecindad, así como trabajar desde los recursos
sociales y sanitarios. Estos son los objetivos de la jornada Salud, soledad y
mayores, organizada por la Dirección General de Salud Pública, a la que han
asistido las consejeras de Sanidad, Pilar Ventura, y Ciudadanía y Derechos
Sociales, María Victoria Broto; el director general de Salud Pública, Francisco
Javier Falo; el gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Joaquín
Santos; y el presidente de COAPEMA, Francisco Javier Iriarte.
La iniciativa está enmarcada en el Plan de Salud 2030, que aborda esta
realidad poniendo énfasis en aquellos aspectos que generan salud, orientando
este problema a través de un abordaje coordinado desde todas las políticas.
Bajo el lema “En compañía son yayisanos”, la Dirección General de Salud Pública
ha elaborado una serie de materiales divulgativos en los que, con una mirada
positiva, se trata la realidad de la
soledad en las personas mayores. Dos personas mayores relatan su
experiencia vital y cómo viven y afrontan la soledad en el ámbito rural y
urbano. También se incorpora la perspectiva de chicas y chicos del Colegio El
Salvador de Zaragoza y del Centro Rural Agrupado de Pomar de Cinca, y lo que
para ellos representan sus abuelas y sus abuelos en sus vidas.
Cabe recordar que Aragón es una de las comunidades más envejecidas de España. La
población mayor de 65 años en Aragón representa el 21,6% de la población.
Además, más de 78.000 personas mayores de 65 años viven solas en la comunidad,
es decir el 14,6% de los hogares. De estos, 53.000 tienen más de 80 años y
33.800 tienen 85 años o más. El 69% del total de los hogares en el que las
personas mayores viven solas son mujeres.
El impacto en la salud
La soledad tiene un impacto directo en la
salud física. La reducción de las relaciones sociales, familiares y culturales afecta, sobre
todo, al comportamiento, la función inmune y la función cardiovascular. La soledad
puede desencadenar una serie de eventos fisiológicos que aceleran el proceso de envejecimiento y aumentan
los riesgos de morir prematuramente. Las principales consecuencias negativas
son ansiedad, depresión y suicidio;
deterioro cognitivo y a la demencia; incremento del riesgo de morir
prematuramente; aumento del riesgo de sufrir accidentes domésticos y de no ser
atendidos adecuadamente; riesgo de sufrir abusos y maltratos; insomnio, miedo y
percepción de amenaza; y progresión de enfermedades cardiacas, obesidad,
diabetes o alzhéimer.
“Hay que destacar la importancia de que
nuestros profesionales sanitarios y, especialmente desde la Atención Primaria, incorporen en su
trabajo diario la dimensión social y relacional de las personas”, ha indicado
la consejera de Sanidad, Pilar Ventura.
En este sentido, en el marco del Plan de
Salud de Aragón se pone el acento en diferentes actuaciones frente a la soledad, que pasan por impulsar programas
de Atención Comunitaria, para
involucrar a la comunidad en mejorar las competencias en salud; programas que
favorezcan el envejecimiento saludable, con ejercicio físico y adecuados
hábitos alimenticios; detección de mayores vulnerables desde Atención Primaria;
programa de atención a pacientes crónicos; mejora de los recursos
sociosanitarios para el apoyo a las familias, con la reciente creación por
parte del IASS de un teléfono gratuito para los mayores; o desarrollo de
proyectos de continuidad de cuidados tras el alta hospitalaria, entre otros.
“La atención
a las personas mayores es una estrategia del Gobierno de Aragón y es,
además una obligación moral de todos los que formamos parte de él. Creemos que
desde la Administración se debe dar respuesta y calidad de vida a este
colectivo que representa un alto porcentaje de nuestra población. Y,
precisamente, iniciativas como esta contribuyen a hacer visible su situación,
detectarla y tomar medidas”, ha subrayado, por su parte, la consejera María
Victoria Broto.
Para el Instituto Aragonés de Servicios
Sociales mejorar la calidad de vida de las personas mayores es uno de los
principales objetivos. Y para ello se trabaja en la aplicación de la Ley de
Dependencia; se ha puesto en marcha el servicio
de teleasistencia y la ayuda a
domicilio; y se ha impulsado el programa de Envejecimiento Activo a través
de la red de Hogares de Mayores.
Vídeos:
“En
mi vida, me he sentido muy querido” (Ver)
“Yo
no he sentido la soledad” (Ver)
14
chicas y chicos del Colegio El Salvador de Zaragoza y del Centro Rural Agrupado
de Pomar de Cinca hablan sobre sus abuelas y abuelos (Ver)
Los
sonidos para saber envejecer. Podcast:
La historia de Tomás (Descargar)
Isabel Antón, trabajadora social (Descargar)
María Dolores Loncán, enfermera (Descargar)
Lo que nos cuentan los nietos (Descargar)
La historia de Jesús (Descargar)
Infografías:
#Yayisanos
Cómo afecta la soledad (Descargar)
Abordar la soledad en las personas
mayores en Aragón y concienciar a la sociedad sobre este fenómeno, adaptar las
relaciones familiares y de vecindad, así como trabajar desde los recursos
sociales y sanitarios. Estos son los objetivos de la jornada Salud, soledad y
mayores, organizada por la Dirección General de Salud Pública, a la que han
asistido las consejeras de Sanidad, Pilar Ventura, y Ciudadanía y Derechos
Sociales, María Victoria Broto; el director general de Salud Pública, Francisco
Javier Falo; el gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Joaquín
Santos; y el presidente de COAPEMA, Francisco Javier Iriarte.
La iniciativa está enmarcada en el Plan de Salud 2030, que aborda esta
realidad poniendo énfasis en aquellos aspectos que generan salud, orientando
este problema a través de un abordaje coordinado desde todas las políticas.
Bajo el lema “En compañía son yayisanos”, la Dirección General de Salud Pública
ha elaborado una serie de materiales divulgativos en los que, con una mirada
positiva, se trata la realidad de la
soledad en las personas mayores. Dos personas mayores relatan su
experiencia vital y cómo viven y afrontan la soledad en el ámbito rural y
urbano. También se incorpora la perspectiva de chicas y chicos del Colegio El
Salvador de Zaragoza y del Centro Rural Agrupado de Pomar de Cinca, y lo que
para ellos representan sus abuelas y sus abuelos en sus vidas.
Cabe recordar que Aragón es una de las comunidades más envejecidas de España. La
población mayor de 65 años en Aragón representa el 21,6% de la población.
Además, más de 78.000 personas mayores de 65 años viven solas en la comunidad,
es decir el 14,6% de los hogares. De estos, 53.000 tienen más de 80 años y
33.800 tienen 85 años o más. El 69% del total de los hogares en el que las
personas mayores viven solas son mujeres.
El
impacto en la salud
La soledad tiene un impacto directo en la
salud física. La reducción de las relaciones sociales, familiares y culturales afecta, sobre
todo, al comportamiento, la función inmune y la función cardiovascular. La soledad
puede desencadenar una serie de eventos fisiológicos que aceleran el proceso de envejecimiento y aumentan
los riesgos de morir prematuramente. Las principales consecuencias negativas
son ansiedad, depresión y suicidio;
deterioro cognitivo y a la demencia; incremento del riesgo de morir
prematuramente; aumento del riesgo de sufrir accidentes domésticos y de no ser
atendidos adecuadamente; riesgo de sufrir abusos y maltratos; insomnio, miedo y
percepción de amenaza; y progresión de enfermedades cardiacas, obesidad,
diabetes o alzhéimer.
“Hay que destacar la importancia de que
nuestros profesionales sanitarios y, especialmente desde la Atención Primaria, incorporen en su
trabajo diario la dimensión social y relacional de las personas”, ha indicado
la consejera de Sanidad, Pilar Ventura.
En este sentido, en el marco del Plan de
Salud de Aragón se pone el acento en diferentes actuaciones frente a la soledad, que pasan por impulsar programas
de Atención Comunitaria, para
involucrar a la comunidad en mejorar las competencias en salud; programas que
favorezcan el envejecimiento saludable, con ejercicio físico y adecuados
hábitos alimenticios; detección de mayores vulnerables desde Atención Primaria;
programa de atención a pacientes crónicos; mejora de los recursos
sociosanitarios para el apoyo a las familias, con la reciente creación por
parte del IASS de un teléfono gratuito para los mayores; o desarrollo de
proyectos de continuidad de cuidados tras el alta hospitalaria, entre otros.
“La atención
a las personas mayores es una estrategia del Gobierno de Aragón y es,
además una obligación moral de todos los que formamos parte de él. Creemos que
desde la Administración se debe dar respuesta y calidad de vida a este
colectivo que representa un alto porcentaje de nuestra población. Y,
precisamente, iniciativas como esta contribuyen a hacer visible su situación,
detectarla y tomar medidas”, ha subrayado, por su parte, la consejera María
Victoria Broto.
Para el Instituto Aragonés de Servicios
Sociales mejorar la calidad de vida de las personas mayores es uno de los
principales objetivos. Y para ello se trabaja en la aplicación de la Ley de
Dependencia; se ha puesto en marcha el servicio
de teleasistencia y la ayuda a
domicilio; y se ha impulsado el programa de Envejecimiento Activo a través
de la red de Hogares de Mayores.
Vídeos:
“En
mi vida, me he sentido muy querido” (Ver)
“Yo
no he sentido la soledad” (Ver)
14
chicas y chicos del Colegio El Salvador de Zaragoza y del Centro Rural Agrupado
de Pomar de Cinca hablan sobre sus abuelas y abuelos (Ver)
Los
sonidos para saber envejecer. Podcast:
La historia de Tomás (Descargar)
Isabel Antón, trabajadora social (Descargar)
María Dolores Loncán, enfermera (Descargar)
Lo que nos cuentan los nietos (Descargar)
La historia de Jesús (Descargar)
Infografías:
#Yayisanos
Cómo afecta la soledad (Descargar)
Dossier
Informativo (Descargar)